Costumbres y Afectos

Para Rosario y Aura compañeras de camino...

La primera vez que viví fuera (en Alicante) hace ya uno 4 años, no entendía muy bien por qué la gente no expresaba su confianza de primer momento como nosotr@s los venezolan@s, y luego entendí, gracias a mis amigas venezolanas, que la forma de relacionarse es diferente.

Posteriormente, cuando regresé a Venezuela, entendí que es que yo estaba muy sensible viviendo fuera, porque en Venezuela si bien hay gente que te cuenta su vida y milagro en la parada del autobus, después te puedes quebrar una pata y no te paran ni medio. También observé que en Venezuela no todo el mundo te trata cordialmente, ni te miran, es más hasta te voltean los ojos, o se tardan la vida entera para despacharte en un restaurant, entonces reflexioné y ví que hay temas culturales, pero que cada persona es diferente, pero cuando emigramos estamos muy vulnerables porque nos duele dejar todo aquello que ha sido nuestra tierra, costumbres, las personas queridas y todo lo que nos ha acobijado durante años.

En la actualidad estoy en Barcelona (hace 1 año vivo aqui) y la historia ha sido increiblemente distinta, estuve varios meses como auxiliar en una guarderia y aunque no trabajo allí la maestra me hizo llegar los dibujos de l@s niños para mi, varios dicen: "Alicia est molt guapa, Alicia t'estimo molt", como se pueden imaginar lloré a mares al sentirme querida por estas personas tan nuevas para mí.

En el hospital donde he estado de prácticas, l@s pacientes con lesión medular aprecian mucho mis miradas llenas de afecto, mis palabras, y ser acompañad@s en momentos tan duros, y mis compañer@s han sido verdaderamente solidari@s en los momentos más difíciles. Esa escucha me ayuda más a comprender cómo son las relaciones, entender que en diferentes ambientes las expresiones de afecto son distintas, y quizas nunca recibiré un abrazo como los que nos damos en Venezuela, pero tal vez reciba otras expresiones que compensan la ausencia de cercanía física.