dilluns, 1 d’agost del 2011

Maternidad

Cuando tuve mi primer hijo mi vida cambió, mis prioridades personales quedaron en segundo lugar para darle mis energias, mi amor y mi tiempo en pro de su bienestar, han sido años de desvelos bajando las fiebres producto de virus y bacterias, consolándolo, jugando, hablándole, explicándole y sobre todo aprendiendo de sus expresiones, de sus necesidades. Y estoy completamente convencida que soy mas madura, mas sensible, más empática, tengo mayor capacidad de sacrificio y de diálogo despues de estos casi 4 años. Ahora me enfrento a un nuevo reto: criar no a uno sino a dos niños. Comenzar de nuevo con los trasnochos, comprender a otro bebé en sus necesidades, su personalidad, su forma de comunicarse, las debilidades de su cuerpo, sus preferencias al jugar...Que mis ancestr@s madres me acompañen en esta labor intuitiva y afectiva, que me ayuden a crecer junto a mis hijos y que me permitan comprender mis errores a tiempo.

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